Quizá llegó con las vanguardias de principio de siglo, quizá concretamente con los siete manifiestos dada de Tristan Tzara y su todo vale burlón, o quizá el origen sea la búsqueda de la notoriedad a partir del mínimo esfuerzo, ese ansia de reconocimiento que nos persigue impulsado por los "mass media". Sin duda también se debe a ese hedonismo mal entendido al que nos ha llevado la muerte de la religión, sea lo que sea, el arte de hoy empieza a apestarme y los artistas más.
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