TOM Y JERRY

Creo que son muchas las personas, que como yo, hace ya un tiempo se desencantaron de la política en este país. Parece que a la hora de ejercer el derecho al voto, no haya ninguna opción aceptable. A diario se oye a la gente criticar a los políticos y decir que ya no son como los de antes (como los de la transición me refiero, o como los de la república tal vez.) Y yo creo que no les faltan razones para pensarlo. Quizá podemos culpar a aquellos políticos de antaño de ser demasiado vehementes, pero es que esta cosa de la política, no nos equivoquemos, es cosa seria. A algunas personas desencantadas les he oido decir: "Total qué más da que gane uno u otro, mi vida no va a cambiar por ello" Pero lo cierto es que se equivocan, quizá no se equivoquen al pensar que la clase política va a actuar del mismo modo independientemente del color que vista, pero eso no significa que sólo pueda ser así. Si un partido que gobierna una ciudad hace una mala gestión y malgasta los impuestos de los contribuyentes, después cuando vengan las vacas flacas aumentarán los impuestos, serán más ortodoxos con las normas de tráfico (por absurdas que algunas sean), subirán las sanciones... Y si yo, que este mes iba a comprarme unos patines, he de pagar una multa de 200€ por estar mal aparcado (porque no hay lugar físico donde meter el coche y ni falta que hace porque el ayuntamiento es pobre), eso significa que me he quedado sin patines y que la mala gestión de un partido ha afectado un ámbito de mi vida personal. Así que cuidado con celebrar las grandes obras de un gobierno, antes deberíamos formularnos dos preguntas básicas: ¿Es lo más necesario? ¿Nos lo podemos permitir? (Hoy me sorprende una noticia del periódico que informa de que el Palau de les Arts de Valencia será alquilado como espacio para celebrar banquetes de bodas)
De todas formas coincido con que la clase política está afianzada y cada vez entiende menos de ideas. Ser político supone hoy, aceptar una serie de procedimientos poco éticos que se han naturalizado con el tiempo. Si defendemos que los políticos son categóricamente unos mentirosos, embaucadores que sólo se meten en política para enriquecerse y un largo etc... Si pensamos esto pero después acudimos a votarles sólo porque nuestros padres no tuvieron la posibilidad de hacerlo, y así lo hemos aprendido de ellos, entonces estaremos legitimando este declive de la clase política.
La democracia requiere un esfuerzo constante de la sociedad para que no se enturbien sus valores fundamentales, probablemente por ser el sistema político más global, el más representativo del conjunto de la sociedad, es el menos natural de todos. Así pues, no podemos relajarnos y pensar que ya está todo hecho. La democracia es el fruto de unos valores sociales y no un sistema que garantice esos valores (como tiende a pensarse), si esos valores desaparecen del conjunto de la sociedad, de la democracia no quedará más que el nombre. Valga como ejemplo lo sucedido en 1933 en Alemania con el triunfo del Partido Nazi.
Creo que los ideales (las ideas estancas) enturbian la verdadera intencionalidad de la acción política que son las metas, los objetivos y las soluciones. Al igual que los pragmáticos, creo en las ideas como herramientas para solucionar problema concretos.
Ayer me plantee la posibilidad de que no hubiesen partidos políticos. A veces hasta me pregunto para qué necesitamos a los políticos. Desde luego de lo que estoy seguro es de que necesitamos la política. Ayer imaginé una tecnocracia platónica donde la política no era sino otra función de las administraciones públicas, donde los candidatos a las carteras eran funcionarios que no iban a percibir ninguna remuneración extra por ello, donde la motivación para hacer política era la vocación y la satisfacción personal.
Ayer imaginé que la sociedad volvía a estar despierta , que nadie usaba la formula "las cosas son así" como un razonamiento. Detesto la gente que lo hace, tienen estropeado el chip de la silogística, eso no es un razonamiento, no cuando se habla de cambiar las cosas, de mejorar. Apesta aun más cuando quien lo dice es menor de 40 años, no tiene trabajo, ni vivienda y ha pasado su vida estudiando.
Los políticos no son más que el reflejo de la sociedad, y esta sociedad está dormida. Sigue pensando en el coche, la casa, la ropa de Inditex, las bodas, el fútbol, el corazón y los viajes a Cancún.
Entonces...
¿A quién voy a votar?
Está claro, voy a votar a Tom y Jerry.

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